"ORDERING"
Por: Yelián F. Vélez Reyes y Maritere De Leon
Los procesos de creación, en el arte y en la arquitectura, no suelen seguir un solo camino. Muchas veces las ideas se desarrollan a partir de una base clara, siguiendo un orden establecido. Otras veces, se desvían de ese camino para romper las regas establecidas y explorar nuevas posibilidades. A estas dos formas de trabajar se le puede llamar derivación y desviación. Derivación, como el desarrollo ordenado a partir de un origen, y la desviación, como alejarse o cambiar de dirección.
Estos conceptos nos ayudan a entender cómo se generan las formas, cómo se definen los esquemas en los proyectos y cuál es el papel de la composición. En las obras de artistas como Josef Albers y Henri Matisse, podemos ver ejemplos claros de estos enfoques. Albers, con su paso de la figuración a la abstracción geométrica y su enfoque en la percepción visual, parte de una misma estructura repetida para explorar el color y la percepción. Matisse, por otro lado, recorta formas que cambian el espacio y el sentido de sus composiciones, explorando de manera más libre y expresiva. Estas ideas se pueden apreciar en las obras de Alvar Aalto, quien, a través de su habilidad para combinar distintas influencias, logró transformar la arquitectura moderna en un campo lleno de nuevas posibilidades.
En el Sanatorio de Paimio, Aalto no parte de una única forma derivada de un esquema, sino que agrupa elementos, cada uno diseñado específicamente para su función. Esta práctica rompe con la idea de un esquema fijo para introducir una lógica más abierta. En la Biblioteca de Viipuri, el arquitecto vuelve a trabajar desde la división y unión de piezas distintas, pero esta vez con una composición mucho más clara. El edificio se organiza a partir de dos volúmenes principales, la sala de lectura y el pabellón de oficinas. Lo interesante es que Aalto no parte de una figura general para subdividirla, sino que diseña cada parte de manera funcional e independiente y luego las une.
Mientras que, en el Pabellón de Finlandia, Alvar Aalto nos introduce a otro enfoque clave, la composición mixta. En este proyecto se explora una configuración más compleja donde se mezclan diferentes tipos de organización espacial y formas arquitectónicas. El pabellón se organiza alrededor de un patio, pero lo interesante es cómo cada una de las tres partes del edificio tiene su propia lógica de disposición. Además, en la Universidad Politécnica de Otaniemi se resalta su habilidad para fusionar distintas tradiciones arquitectónicas y aplicar diferentes métodos de composición en un solo proyecto. La composición por partes se ve muy presente en este diseño, el volumen de las aulas magnas se presenta como una pieza única y central, y el resto del edificio se organiza de manera más racional y repetitiva.
Similar a Alvar Aalto, Hans
Scharoun desarrolló una gama de diseños que oscilan entre lo que puede
interpretarse como una derivación de la forma y lo que puede considerarse una desviación
de esta. Es casi como una transformación gradual de su obra. En sus proyectos,
podemos observar cómo su estilo evoluciona de un enfoque derivado hacia uno más
desviado.
En la Casa de Madera (1928), se aprecia claramente una derivación del rectángulo y el semicírculo. No obstante, ya se perciben indicios de desviación al fusionar ambas formas, de modo que parecen diluirse una dentro de la otra.En el edificio de apartamentos Wohnheim, (1929), esta transición es aún más evidente: dos volúmenes, uno lineal y otro mixtilíneo, que se conectan a través de un gran volumen central con formas curvas. Esta combinación marca una evolución hacia una mayor desviación formal. Ya en la Casa Schminke, (1930), los volúmenes se alejan de las formas geométricas tradicionales: el círculo, el cuadrado y el rectángulo; para transformarse en polígonos con configuraciones únicas.
Cuando llegamos a los diseños de las escuelas
Darmstadt (1950), Geschwister (1955) y Mari-Drever (1960), Scharoun logra una
composición armónica entre derivación y desviación a un nivel superior logrando esta armonía en instituciones educativas. Las plantas y los
recorridos se asemejan a pequeñas aldeas, en una síntesis lograda entre lo
orgánico y lo racional.
En contraste con Aalto y
Scharoun, Louis I. Kahn representa un enfoque más constante y disciplinado
hacia la derivación geométrica. Su obra puede resumirse como una exploración
profunda de las formas tradicionales, especialmente del cuadrado y el
rectángulo. En casas como la Weiss, Adler y Fisher, Kahn trabaja la derivación
formal en el contexto residencial con gran eficacia.
En proyectos más institucionales
como el Laboratorio Richards, el Instituto Biológico Salk y la Residencia
Universitaria Eleanor, lleva esa misma lógica derivativa a programas más
complejos, logrando resultados igualmente exitosos.
Las tendencias que
oscilan entre lo académico y lo visceral, la derivación y la desviación, pueden
ser igualmente válidas cuando se aplican con intención y coherencia en la
arquitectura moderna. Ambas continúan siendo ejes fundamentales que definen los
distintos estilos y enfoques arquitectónicos: los derivados y los desviados.
Referencias:
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