Gehry vs Wright
Por: Yelián F. Vélez Reyes y Maritere De León-Descartes
Cuando comparamos las obras de
Gehry (Guggenheim, Bilbao), Wright (Guggenheim, Nueva York) y Moneo (Kursaal),
a primera vista se evidencian las diferencias formales que distinguen a cada
una. La forma orgánica del Guggenheim de Gehry contrasta con el espiral
geométrico de Wright y con los volúmenes cúbicos del Kursaal de Moneo. La piel
metálica y reflectante del edificio en Bilbao se opone a la superficie sólida y
monolítica de hormigón del museo neoyorquino, mientras que el Kursaal presenta
una piel translúcida que sugiere ligereza y permeabilidad visual.
La interpretación inmediata
podría ser que, por la irregularidad de sus formas, ambos Guggenheim (el de
Gehry y el de Wright) son más similares entre sí. Sin embargo, un análisis más
profundo lleva a una conclusión contraria: a pesar de sus formas radicalmente
distintas, Gehry y Moneo comparten una lógica espacial semejante.
Una primera similitud entre el
Guggenheim de Gehry y el Kursaal de Moneo radica en el tratamiento de sus superficies.
Ambos presentan pieles que, por la naturaleza de sus materiales, se perciben
como más livianas en comparación con el Guggenheim de Wright, cuya masa de
hormigón transmite una sensación de solidez y peso. Al examinar con
detenimiento las plantas del Guggenheim de Bilbao y del Kursaal, se observa una
organización espacial basada en volúmenes independientes conectados por
espacios de circulación. En contraste, el Guggenheim de Wright consiste en un
solo volumen continuo donde la circulación está contenida dentro del mismo, en
forma de espiral ascendente.
Referencias:
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